Visitas

23 de abril de 2013

CAPITULO 31


*Narra Tamara*

-Tamara ven –gritó Lou.

-¿Qué pasa?

-Te voy a contar una cosa, pero si me prometes no decirle nada a nadie.

-Claro. Te lo prometo. ¿Qué ocurre?

-Ya he encontrado la canción que vamos a cantar tú y yo.

-¿Era eso? Espera, ¿tú y yo? ¿Y Amanda?

Se tapó la boca y abrió los ojos.

-Ella… 

-Louis, ¿qué pasa?

-Ahora tienes que prometerme de verdad que no se lo vas a decir a nadie.

-Te lo prometo.

-Dios, Niall me va a matar –dijo agarrando su nuca – Esta tarde, en el concierto, va a pedirle salir a Amanda y tiene unas cosas preparadas. Por eso Amanda no va a poder cantar.

Mis ojos se abrieron y empecé a saltar y a dar grititos. Louis me tapó la boca.

-Shh, para. Por favor, prométeme que no se lo vas a decir.

-¡Prometido, prometido! –exclamé emocionada.

-Si te has puesto tan contenta eso significa que… ¡a Amanda también le gusta!

-Shh, calla, sí.

Ambos nos pusimos a dar saltitos como dos tontos. 

-Bueno, ¿me vas a enseñar la canción o no?

-Sí, me ha parecido muy bonita. Es <<Beautiful>> de <<Justin Bieber & Carly Rae Jepsen>>.

-¡Me encanta esa canción! Me parece perfecta.

-¿Quieres que la practiquemos?

-Claro.

Fuimos a una de las habitaciones y con el portátil pusimos la canción y empezamos a cantar. Nos salía muy bien, la verdad es que enseguida compenetramos nuestra voces.

-Tami, Louis ¿venís a comer?

-¿Ya es la hora de comer? Qué rápido se me pasa el tiempo.

-¿Qué hay de comer? –dijo Niall con gula.

-¡Vamos a hacer una barbacoa! –exclamó Zayn junto a Liam.

-Espero que no salgamos ardiendo –murmuró Sonia.

-No seas borde –dijo Silvia mientras tiraba de ella hacia el jardín.

Todos ayudamos a preparar la barbacoa, las chicas poníamos la mesa mientras los chicos intentaban no quemarse. Al final Amy, Silvia y Alex hicieron la barbacoa ya que la mitad de la carne la habían quemado.

-Veo que se os de tan bien cocinar como bailar –rió Alex.

-Perdona pero yo bailo muy bien –dijo Álvaro dando una vuelta sobre sí mismo.

-Ya, pero cocinas mal –reí.

La comida la pasamos, como siempre, con risas pero yo no podía evitar mirar a Louis, a Niall, a Amanda, otra vez a Niall, a Amanda, a Niall, a Louis… 

-Yo me voy a echar una siesta, que el otro día vosotras dormisteis pero nosotros no –dijo Cris estirándose.

-Que duermas bien, dormilón –rió Alex.

Sonreí, me encantaba ver que estaban bien juntos, pero, al mismo tiempo, pensaba en Lucía. Creí que era un buen momento, mientras algunos dormían y otros descansaban, de contarle a Silvia lo ocurrido con Lucía.

-Bobi ven porfa.

-¿Qué te ha pasado?

-Nada, sólo quería contarte una cosa.

-Dime.

-Quería decirte por qué Lucía no está aquí.
 
-Es cierto, me preguntaba eso desde que llegué pero…

-Se marchó –la corté.

-¿Por qué? –preguntó extrañada.

-Por Cristian.

-¿Por Cristian?

-¿Recuerdas cuando se fue?

-Sí, pasamos el verano juntos.

-Por eso.

-¿Por qué pasé el verano con él? ¿Por eso? ¿Después de tanto tiempo?

-Sí, se enfadó con él y le dijo cosas que ni ella se cree. Cristian la quería pero es ella quién lo estropeó.

-Recuerdo ese verano perfectamente. Cristian no paraba de repetir que él no tenía que estar ahí, que quería volver con Lucía para estar con ella los últimos días. Apenas disfrutó del verano. Apenas salía. Apenas comía…

-Lo sé, se lo intentó explicar pero ella no quiso escucharle y se marchó hace unos días.

-Bueno, no os preocupéis, estas cosas suelen pasar.

-Ya, pero era una de mis mejores amigas y no la puedo olvidar en dos días.

-Lo sé, y te entiendo, pero ya no podemos hacer nada, cuando volvamos a Madrid hablaremos con ella.

-¿Volvamos? ¿Te vienes a Madrid?

-Sí, era una sorpresa pero bueno.

-Madre mía, vamos a ser muchos en casa, pero puedes quedarte la habitación de Lucía, no creo que la vaya a querer.

-Venga, no le des más vueltas.

-¿Qué pasa? –preguntó Amanda entrando a la habitación.

-Le estaba contando lo de Lucía –contesté.

-Ah, ya –dijo desanimada -Prefiero irme, os dejo que sigáis.

-Hasta luego.

-Veo que ella también está disgustada.

-Comprende que era nuestra mejor amiga junto a ti.

-Yo a Lucía casi ni la conocía, vale éramos amigas, pero ya está, no era como con vosotras dos.

-Sí, ella no quería hacer amigos, muchas veces se quejaba de Alex y Sonia sólo porque no las conocía.

-Ahora me siento mal por Amanda, la hemos dado un mal momento.

-No pasa nada, esta tarde seguro que se le pasa todo –en cuanto las palabras salieron de mi boca supe que no debía haberlo dicho.

-¿Qué?

-Nada, nada.

-Espera, espera, espera. ¿Sabes lo de Niall?

-Sí, pero… ¿Y tú?

-Yo también, yo le di la idea.

-En serio. Eres la mejor.

-Ya lo sabía.

-Pero que creído te lo tienes.
 
Miré el reloj y vi que ya eran las cuatro y media.

-Vamos a despertar a los que duerman y vamos yendo ya al concierto que no podemos llegar tarde –dije guiñándole un ojo.

A las cinco y diez ya estábamos de marcha para la playa dónde se celebraba. Nos habían dicho que a las seis estuviésemos allí y calculando el tiempo, llegaríamos más o menos a esa hora.

*Narra Niall*

Los chicos me miraban en el coche, en mi interior pensaba “Matadme si queréis pero no me obliguéis a hacer esto”. Estaba demasiado nervioso. ¿Y si decía que no? ¿Y si dejábamos de ser amigos? ¿Y si? ¿Y si? ¿Y si? Preguntas sin respuesta que sólo podría descubrir diciéndoselo.

Bajamos del coche y dos hombres nos estaban esperando. Hablaron con Harry y Liam sobre algo pero no les presté atención. Miraba a todos lados y sentía que todas las miradas caían en mí.

-Niall, ¿te encuentras bien? –preguntó Alex sosteniéndome el hombro.

-Sí, siempre me pongo nervioso antes de los conciertos.

-Pero si es sólo un concierto de playa estate tranquilo.

-Lo intentaré.

Entramos al backstage que había detrás del escenario, nunca mejor dicho, y lo primero que vi fueron los cinco micrófonos sobre la mesa.


 Escuché una puerta y vi entrar a Paul.

-¡Paul! –exclamé saltando sobre él, los nervios me podían.

-Qué contento estas hoy Niall, por qué será –dijo con burla.

-¿Se lo habéis dicho? –exclamé dirigiéndome a los chicos.

-Puede –murmuró Zayn.

-Yo me entero de todo –dijo con superioridad.

-Chicos, entráis en un minuto –nos avisó un chico.

-Wohoo, allá vamos –dijo Louis para animarme.


-No me pongas más nerviosos.

-Anda ven qué te coloco esto –señaló Zayn mi camisa.


-Vamos, salid.

Fuimos entrando en el escenario y algunos gritos aparecían. Busqué con la mirada a Silvia y le di la señal de que lo iba a hacer. Ella sonrió.


Zayn empezó a cantar y los chicos no paraban de hacerme cosas, poniéndome más nervioso.


En el público buscaba a Amanda pero solo veía manos y manos de más y más gente.


Mientras los demás cantaban Harry se me acerco.


-¿Estás preparado?

-Uf, eso creo.


 
Se alejó un momento y continué buscándola. Vio mi cara y volvió a hablarme.


-¿Sabes dónde está?


-No, ese es el problema.
 


Se giró y buscó con la mirada él también.


-¡Ahí está! –dijo señalándola pero algo disimulado.

Sonreí y me puse más nervioso aún. Tenía pensado decírselo después de que acabase la canción. Llegó mi parte y me acerqué donde estaban ellas, simplemente por estar más cerca. La canción se me hizo eterna pero a la vez demasiado corta. Vi que Liam se ponía el micrófono en la boca.

-Antes que nada, muchas gracias a todos. Pero quería deciros que Niall tiene algo que decir.



Zayn murmuró “huy huy huy” sujetando el micrófono y mirándome.

Empecé a sudar, el micrófono se escurría, el corazón me latía más rápido que nunca. Cogí aire y comencé a hablar.

-Desde hace una semana he, bueno, hemos, estado con unas personas muy importantes para nosotros, pero hay una persona que es la más importante para mí –había llegado el momento, respiré – Amanda, después de este tiempo juntos, de aguantar mis tonterías y mis cosas, después de esto, ¿querrías ser mi novia?

Ya había pasado todo, ya lo había soltado, solo quedaba la respuesta y ya podría morirme tranquilo.

*Narra Harry*

Me parecía muy bonito lo que Niall estaba haciendo por Amanda. El pobre estaba temblando, tenía la camiseta empapada de sudor y hasta yo podía escuchar el latido de su corazón. Habló todo lo rápido que los nervios le dejaron y al terminar de hablar pude ver su cara de nerviosismo y temor. Me fijé en Amanda, una lágrima avanzaba por su cara. Miré a Tamara y a Silvia y les hice un gesto, entre los tres subimos a Amanda al escenario y la acerqué a Niall. Ambos anduvieron y se fundieron en un beso. 

-Pues claro que sí.

21 de abril de 2013

CAPITULO 30


*Narra Niall*

-¿Adivina qué va a ser lo próximo que tenga One Direction? –dijo Harry dejándonos con la intriga.

-¿El qué? –preguntó ansioso Zayn.

-Adivinad –dijo dejándonos más impacientes aún.

-Venga, Harry, que te rompo otra sandía –dijo gracioso Liam.

-Vamos a tener estatuas de cera.

-¿En serio? –dijo Louis posando con diferentes caras -¿Cuál queda mejor?

-¿De qué habláis? –preguntó Sonia acercándose.

-Eh, esto, en que… -Lou se quedaba pillado cuando hablaba con Sonia.

-Vamos a tener estatuas de cera en el museo Madame Tussauds de Londres –respondí.

-¿En serio? –exclamaron Amanda y Tamara que se acercaban a nosotros con la chica nueva, Silvia.

-Sí –sonrió Liam tontamente.

-Mañana tenemos que ir a hacernos los moldes –continuó Harry.

-¿Os podemos acompañar? –preguntó Álvaro.

-Claro –respondió.

Continuamos por la feria y las chicas corrieron a montarse en una montaña rusa que daba miedo solamente mirándola. Escuché como gritaban cuando pasaban a nuestro lado y me reía de ellas. Bajaron mareadas y Alex casi vomita.

-Yo prefiero ir a casa  -dijo apoyada en Cristian.

Volvimos y noté que Silvia estaba algo incómoda.

-¿Qué te pasa? –le pregunté.

-No, nada, es que siento que me he acoplado aquí de mala manera –dijo tímida.

-No te preocupes, no pasa nada, además no creo que Zayn quiera que te marches tan pronto –dije haciéndola ruborizarse.

-¿De verdad? –preguntó cada vez más roja.

Asentí.

-Pues yo creo que deberías pedirle salir a Amanda –dijo convencida.

-¿Q-q-q-que? –tartamudeé, me había quedado sin palabras, ¿tanto se notaba?

-Sé que te gusta, se nota, y tu a ella también, pídele salir.

-¿En serio? –dije feliz -¿Pero cómo?

-Eso prefiero que lo pienses tú –dijo sonriendo mientras se marchaba y se sentaba junto a Tamara y Zayn y este se ponía algo rojo.

La chica era menos tímida de lo que parecía pero tenía que coger algo de confianza. Lo que me dijo me dio mucho qué pensar, ¿cómo lo podría hacer?

A la hora de dormir todo era un descontrol y acabamos sacando los colchones al salón y durmiendo todos allí.

*Narra Louis*

Me desperté temprano y fui a la cocina, Harry ya estaba levantado y desayuné con él.

-¿Te puedo hacer una pregunta? 

-Eso ya es una pregunta –respondí, me miró con cara de  “no me vaciles cuando aún estoy dormido” –Vale, dime.

-¿De qué hablabais Sonia y tu antes de ayer?

-¿Nos estabas espiando? 

-No, me desperté y os escuché. ¿Por qué te pidió perdón?

-Sólo se equivocó de puerta, ya está.

-¿Y tú?

-¿Yo qué?

-¿Qué te pasaba?

-Nada... –dije evitando el tema.

-Boo Bear, sabes que puedes confiar en mí.

-Sólo me preguntó por mi hermano, y no quiero hablar más de esto –dije cogiendo mi café y subiendo a la habitación a vestirme.
No me gustaba hablar de mi hermano, había sido muy duro para mí no haber estado con él durante tanto tiempo, era mi único hermano y le perdí por una persona estúpida que no supo apreciar su talento.

Harry llamó a la puerta y se sentó junto a mí. Unas lágrimas corrían por mi cara. No dijo nada, sólo me abrazó y sentí en que podía confiar en él.

-Eres la primera persona a la que se lo cuento –dije apartando las lágrimas de mi cara.

Asintió sin decir palabra.

-Un año antes de que formásemos 1D, mi hermano y unos amigos suyos comenzaron a tocar en fiestas y bodas, cómo empezaste tu con White Eskimo –al nombrar su antigua banda su cara mostró tristeza.

-Continua –dijo al notar que mi pausa se alargaba.

-Tenían mucha inquietud, muchas ganas por conseguir ser alguien en la música. Tocaban en todos los eventos que podían y un día un productor les vio y decidió hacerles una prueba –seguía hablando pero mi voz temblaba por culpa de las lágrimas – Aquel hombre estaba muy contento con el grupo pero a mi hermano lo único que le dijo fue que no sabía tocar la guitarra, que desafinaba, que era el peor de todos…

No conseguí articular palabras después de eso pero respiré hondo y continué.

-Mi hermano perdió toda la ambición, las ganas de continuar, la esperanza, todo. Tras aquella decepción se mudo lejos, todo lo lejos que pudo y no volví a verle ni a hablar con él hasta hace unas semanas.

Harry no dijo nada, tenía los ojos muy abiertos y cristalizados.

-Lo siento –dijo y me abrazó de nuevo.

Escuché unos golpes en la puerta y la cabeza de Liam se asomó por ella, estaba sonriente pero cambió al instante.

-¿Qué ha pasado? ¿Estáis bien? –preguntó nervioso.

-Sí, tranquilo, ya te lo contaré, ¿desayunamos? –dije sonriendo para cambiar el tema y continuar con el día.

Salimos y ya estaban todos despiertos, en seguida nos vestimos y fuimos al lugar dónde nos habían citado para hacer los moldes. Empezaron a ponernos cosas para medirnos y Amanda y Tamara no paraban de reír. Los demás reían de vez en cuando pero esas chicas no paraban.

Comenzaron con Niall, midiendo su cara, etc. y mechones de pelo y ojos de cristal para buscar su color.


Después siguieron con Zayn.


A este le siguió Liam.


Más tarde llegó el turno de Harry. Le hicieron puntos en la cara para medirla mejor y las chicas no paraban de reír a carcajadas.

Le fue a medir Alex pero no paraba de hacer el tonto midiendo a todo el mundo.

 Por último, (pero no menos importante), llegó mi turno.

Estaba nervioso por cómo quedarían las estatuas. Pero nos dijeron que en una semana nos llamarían para ir a verlas y ayudar a terminarlas.

*Narra Álvaro*

Fue muy divertido ver todo lo que les hacían a los chicos. No paraban de hacer tonterías y mis dos amigas, de reírse. Cuando salimos Harry aún tenía puntos en la cara y no pude contenerme la risa.

-¿Qué pasa? –preguntó mirándome como si yo estuviera loco.

-Aún tienes puntos –reí.

Empezó a frotarse la cara con preocupación.

-¿Ya? 

-Sí –reí de nuevo.

A la hora de comer ya estábamos en casa y fuimos a un restaurante a comer. En la entrada un grupo de fans paró a los chicos y nosotros aprovechamos para ir pidiendo mesa. No nos dejaron sentarnos hasta que hubiesen llegado los chicos por lo que nos quedamos esperándoles en el recibidor. En un momento una chica empezó a gritar.

-¡Mirad! ¡Ahí está la novia de Liam!

Tamara puso cara de asombro y un grupo numeroso de chicas se le acercaron para pedirla fotos, autógrafos…

-¿Desde cuándo estáis saliendo? –le preguntó una chica.

-No estamos juntos, es sólo mi amigo –aclaró esta.

-Eso es una escusa –dijo otra chica.

Me acerqué a la multitud y la saqué de allí, no me pude resistir, no aguantaba que le hicieran tantas preguntas sobre Liam si no estaban saliendo. 

-Es cierto que no está con Liam, ese es su novio –dijo otra chica señalándome.

Las fans eran muy pesadas, no comprendía como los chicos podían aguantar esto cada día. Los chicos se abrieron paso al rato y al fin pudimos comer. 

-Mañana es el concierto, ¿habéis pensado qué canción vais a cantar conmigo? –dijo Louis Tami y Amy.

-Tú eres el que quiere cantar con nosotras, así que te toca pensar –respondió Amanda.

Louis abrió la boca y Amanda sonrió victoriosa. 

-Vale, pero luego no os quejéis de la canción –dijo el chico.

-Huy que miedo me das, qué estarás tramando –murmuró Tam.

Lou rió perversamente y finalmente rió. Al acabar la comida volvimos andando a la casa de Niall. Las chicas se subieron a la habitación a hacer algo. 

-Chicos, tengo que pediros ayuda –dijo Niall mientras se sentaba con nosotros en el sofá.

-¿Qué pasa? –preguntó Zayn.

-¿En qué te podemos ayudar? –pregunté yo.

-Necesito que me ayudéis a pedirle salir a Amanda.

-¡Bien! ¡Por fin lo reconoces! –exclamó Harry haciendo movimientos bruscos –Wooohooo


El irlandés se sonrojó y sonrió.

-Bueno, ¿me ayudáis? 

-Por supuesto –dijo Cristian abrazándole.

-El problema es qué no sé qué decirla o que hacer.

-Dale una rosa –dijo Zayn cogiendo una de un florero y mordiéndola –Así.


-Yo creo que se lo podrías decir mañana en el concierto –propuso Liam.
 
-Es una buena idea –le apoyé.

-Puff, ahora estoy nervioso.

Instintivamente todos le abrazamos y nos reímos. 

*Narra Silvia*

En la habitación estábamos escuchando música y cada una a nuestra bola, decidí ir a por algo de beber y bajé a la cocina. Al pasar por el salón vi a los chicos abrazados a Niall y este colorado y sonriente. Se lo había contado. Sonreí y cogí una lata de la nevera. Intenté pasar sin hacer ruido pero Niall me llamó.

-Silvia.

-¿Sí?

-Gracias…por lo de antes –dijo intentando evitar la sonrisa.

-Lo mismo digo, pero díselo rápido o se lo tendré que decir yo.

Cambió la cara y me miró asustado.

-No, por favor, no se lo digas.

Me reí.

-Tranquilo, no se lo diré pero espero que tú sí.

Asintió y sonrió.

-Mañana –murmuró y después se marchó.

Estaba feliz, desde que mis dos amigas empezaron con One Direction, Amanda siempre estaba que si Niall esto que si Niall lo otro. Tamara siempre la decía que parecía que no existían los demás para ella y acababan “peleándose”. Su amistad era tan especial como la de Tami con Álvaro, pero, claramente diferente.
Subí a la habitación y me encontré a las cuatro saltando en la cama mientras sonaba LWWY. Me reí y salté junto a ellas. Pasamos la tarde haciendo el tonto y a la hora de cenar me di cuenta de que apenas habíamos estado con los chicos. Sonia propuso ir a ver una peli con ellos. Alex puso mala cara pero aceptó, por lo visto veían muchas pelis. En la cena todos engullíamos como si no hubiésemos comido en un año. 

-Qué rico está esto –dije para empezar una conversación.

-Claro, ¿a quién no le gusta la pizza? –me respondió riendo Amanda.

-A mucha gente –dije cómo defensa.

-Suelen ser raros.
 
-Pero no más que tú.

Me sacó la lengua y continuó comiendo. Cuando acabamos nos fuimos a dormir ya que los chicos tenían que descansar para el concierto. Aun que era una fiesta en la playa, para ellos era importante, eso dijeron, pero yo hubiera dicho que era importante para Niall más que otra cosa.

*Narra Louis*

La noche la pasé pensando, dándole vueltas a la conversación que tuve con Harry. Echaba mucho de menos a mi hermano. Era triste lo que le había ocurrido. En esos momentos agradecía tener a los chicos a mi lado, pero sobre todo a Harry. A los demás se lo contaría más tarde, cuando pudiera y me viese preparado.

Por la mañana me despertó una trompeta. Asustados, bajamos los siete a la entrada y nos encontramos a las cinco chicas ya vestidas y riéndose en nuestras caras.

-¡Qué divertido! –exclamó Álvaro irónico - ¡Cómo os pille os vais a enterar!

Eso fue como un grito de alarma puesto que todos bajaron corriendo a por las chicas. No sé cómo, pero todos acabamos en la piscina ahogándonos unos  a otros. Sonia fue la primera en salir.

-¿Ya te sales? –pregunté. 

-Sí, ¿dónde están las toallas?

-Pero quédate, no seas aguafiestas –dije.

-Tengo frío, ¿las toallas?

-En esa silla –señaló Niall.

Salí corriendo y cogí todas las toallas.

-Venga Louis, no seas crío, dame una toalla.

-Cógela si puedes.

Eché a correr por el jardín y me fui a la playa, corrí durante un rato y Sonia me seguía. Volví a la piscina y ella seguía gritándome que parase.

-Louis, dame la toalla.

-Pero si ya estás seca de tanto correr.

Se frenó y yo salté a la piscina con las toallas. Todos se quedaron mirándome y yo me di cuenta de lo que acababa de hacer.

-Ups.

Una vez dentro de casa y todos secos fui al ordenador a buscar canciones para cantar con Tamara y Amanda, como había prometido. Encontré una que me gustó. 

-Tamara ven –le grité desde el sofá.

-¿Qué pasa?

-Te voy a contar una cosa, pero si me prometes no decirle nada a nadie.

-Claro. Te lo prometo. ¿Qué ocurre?